A medida que aumenta la velocidad,nuestra visión periférica disminuye y dejamos de percibir algunos de los objetos que nos rodean , en los márgenes de la carretera, como señales de tráfico , semáforos , peatones , animales, etc. Cuanto mayor es esta velocidad , más difusas son estas imágenes, y en la práctica, sólo tenemos una visión nítida y clara de lo que tenemos justo delante pero no del entorno. Por ejemplo , a una velocidad de entre 130 y 150 km / h nuestro campo de visión se reduce a un ángulo de tan sólo 30 °, por lo que al volante de un vehículo seremos incapaces de reaccionar ante cualquier situación inesperada que se produzca a nuestro alrededor . Además , a mayor velocidad necesitamos más tiempo para detener el coche.
También hay que tener en cuenta otras circunstancias como la capacidad de reacción del conductor , el estado de la calzada y de los neumáticos, la carga que transportamos , la eficacia de los frenos, la aerodinámica y suspensión del coche, etc.